Dónde alojarse para ver Menorca en 3 días

Antes de empezar con la ruta de qué ver en Menorca en 3 días, vayamos con una de las decisiones clave: elegir dónde alojarse. La isla no es muy grande, pero sí lo suficiente como para que escoger bien la zona te ahorre desplazamientos y te facilite mucho la ruta.
Zonas como Ciutadella o los alrededores de Cala Galdana son perfectas para moverse con facilidad y tener muchas calas cerca. Si buscas algo más tranquilo o romántico, te pueden encantar sitios como Binibeca, en el sur, o incluso alojarte en el interior, en algún agroturismo con encanto.
En este caso, creo que es muy buena idea optar por un alojamiento que esté en el centro de la isla, así tendrás una mejor base para llegar a todos los rincones. El Agroturismo Santa Mariana puede ser una muy buena opción pero encontrarás muchas otras alternativas.
En el blog tienes dos posts que te pueden ayudar un montón a decidir. En el de dónde alojarse en Menorca te explico las mejores zonas según el tipo de viaje que quieras hacer. Y si te apetece un alojamiento con alma, en hoteles con encanto en Menorca tienes una selección de sitios preciosos donde cada noche suma al viaje.
Una vez tengas claro dónde vas a dormir, empezamos con la ruta para exprimir al máximo estos tres días en Menorca.
Día 1 de 3 días en Menorca
Nuestro viaje empezó por el este de la isla y creo que no hay mejor forma de aterrizar en Menorca. Por la mañana, recorre la zona de Mahón y luego visita uno de los pueblos más bonitos de la isla (Binibeca), disfruta de las playas y termina el día en un lugar mágico viendo cómo el cielo se tiñe de colores espectaculares sobre el mar.
Este es el resumen de tu primer día en Menorca:
- Mahón.
- Binibeca.
- Cala en Porter.
- Cova d’en Xoroi.
Mahón

Mahón (o Maó) es la capital de Menorca. Aunque a veces pasa más desapercibida frente a Ciutadella, tiene muchísimo encanto si sabes por dónde caminar. Además, está a nada del aeropuerto, así que es ideal para empezar la ruta.
Lo primero que hice fue bajar al puerto de Mahón, y te recomiendo que tú también lo hagas. Es uno de los puertos naturales más grandes del Mediterráneo, y no solo impresiona por sus dimensiones, sino por el ambiente que tiene. Pasear por esa ribera, con barcos de todos los tamaños, terrazas tranquilas y una luz que solo tiene el Mediterráneo, es único.
Después sube caminando al centro histórico. Hay cuestas, aviso, pero merece la pena. El casco antiguo de Mahón es elegante, con casas señoriales y fachadas que mezclan estilos español, francés e inglés. Me gustó mucho la zona de la Iglesia de Santa María, no solo por la iglesia en sí, sino por su famoso órgano del siglo XIX.
A unos pasos de allí, entré en uno de los lugares que más me sorprendió: el Mercado del Claustro del Carmen. Un antiguo claustro barroco reconvertido en mercado donde puedes comprar productos locales y también sentarte a tomar algo tranquilamente. Me pareció un lugar auténtico, con vida, donde se mezcla el día a día de los menorquines con la curiosidad de quienes vamos por primera vez.
Si tienes algo más de tiempo, puedes acercarte también al Museo de Menorca, que está en un antiguo convento franciscano, o dar un paseo por la Plaza de la Constitución y las calles de alrededor. Mahón no es solo una ciudad de paso. A mí me dejó con ganas de volver con más tiempo y recorrerla sin reloj.
Binibeca

Después de comer o picar algo por Mahón, la siguiente parada es uno de los rincones más fotogénicos de la isla: Binibeca. Binibeca Vell es un antiguo poblado de pescadores reconstruido en los años 60, y sí, es turístico, pero sigue siendo precioso.
Las casitas blancas, las callecitas estrechas, las puertas de madera, los arcos… Parece un decorado de película pero es real. No es un sitio para quedarse mucho rato, pero sí para pasear con calma y hacer mil fotos. Y sobre todo, recuerda que hay gente que vive ahí, así que siempre con silencio y respeto.
Por cierto, si te apetece un chapuzón, la Cala Binibeca está muy cerca, con su agua turquesa y ese rollo menorquín que invita a quedarse. No es de las más salvajes de la isla, pero para una primera tarde de ruta está genial. Hay aparcamiento y también algún chiringuito para tomar algo si te apetece estirar un poco el rato.
Cala en Porter

De camino hacia el último lugar que ver en el primer día de esta ruta de 3 días por Menorca, puedes hacer una parada en Cala en Porter, una de las playas del sur de la isla más conocidas y que, además, es fácil de acceder.
A mí personalmente me pareció un lugar curioso. Está encajada entre acantilados altos, lo que le da un toque diferente al resto de calas. Es una buena opción si quieres darte un buen baño, descansar junto al mar o simplemente parar a ver el paisaje.
Cova d’en Xoroi

Y para terminar el día… magia. Porque no hay otra forma de describir la Cova d’en Xoroi. Para mí fue un plan sorpresa ya que no sabía dónde iba y no pudo ser más acertado. Este lugar es una cueva natural excavada en un acantilado con vistas al mar que se ha convertido en uno de los sitios más míticos para ver el atardecer en Menorca.
En su interior se celebran pequeños conciertos, hay un bar donde pedirte una bebida y de ahí, contemplar el atardecer más especial. Hay que pagar entrada (es recomendable reservar online si vas en temporada alta), pero te aseguro que la experiencia merece la pena.
Día 2 de 3 días en Menorca
Es el momento de emprender la segunda jornada de nuestro viaje por lo mejor que ver en Menorca en 3 días. Hoy toca una de las zonas más completas de la isla. Calas conocidas (sí, las más famosas), un paseo por Ciutadella, que fue de mis sitios favoritos del viaje, y un atardecer en un acantilado para cerrar el día.
Hay que madrugar un poco si viajas en temporada alta porque el acceso a las calas se controla y los parkings se llenan rápido. De hecho, últimamente han cerrado algunas de ellas y limitado muchísimo el aforo en otras para salvaguardarlas. Infórmate bien antes de acudir.
Te lo cuento tal y como lo hice yo, por si quieres repetir el plan o adaptarlo a tu ritmo.
Este es el resumen de tu segundo día en Menorca:
- Cala Galdana: Cala Mitjana o Calas Macarella y Macarelleta.
- Ciutadella.
- Faro de Punta Nati.
Cala Galdana

Mi base para empezar el día fue Cala Galdana. Es una playa bastante grande, con hoteles, restaurantes y todos los servicios. No tiene ese aire salvaje que muchas personas buscan en Menorca, pero sí tiene algo clave: está bien situada para acceder caminando a otras calas más vírgenes.
También es una buena opción si prefieres no andar mucho, porque el entorno es bonito, el agua tranquila y el acceso es muy cómodo. Yo desayuné algo rápido por la zona y desde ahí empecé la ruta a pie (luego volvimos a comer aquí porque hay bastantes chiringuitos de playa y pescado y restaurantes en la zona más urbana).
Vamos a empezar la ruta por las calas. Ponte deportivas (lo de ir en chanclas no lo contemplo) y ten agua a mano, sobre todo si lo haces en verano y a horas de mucho sol. Puedes elegir entre caminar hacia la Cala Mitjana y Cala Mitjaneta o hacia Cala Macarella y Cala Macarelleta.
Aunque, antes de seguir, también te animo a considerar este paseo en barco por las calas del sur, que sale desde Cala Galdana. Es un plan más relajado y que también disfrutarás un montón.
Cala Mitjana
Desde Galdana cogí el sendero hacia Cala Mitjana, una de las calas más conocidas de la isla. El camino dura unos 20-25 minutos, es fácil, va entre pinos y está muy bien señalizado. La cala es preciosa: arena clara, acantilados a los lados, agua transparente y un entorno completamente natural.
Si llegas temprano, la puedes encontrar bastante tranquila, aunque en verano se llena rápido. Aun así, es uno de esos sitios que merecen mucho la pena, especialmente si quieres darte un baño en un entorno más virgen.
Calas Macarella y Macarelleta

Desde Cala Galdana, se tarda unos 40 minutos caminando hasta Cala Macarelleta. Yo lo hice entero a pie, desde Cala Galdana hasta Macarelleta, ida y vuelta, y aunque acabé el día cansada, fue uno de mis planes favoritos del viaje.
Cala Macarella es más amplia, tiene un chiringuito y algo de sombra natural. Es muy fácil quedarse allí un buen rato, sobre todo si llevas algo de comida o simplemente quieres descansar un poco. El agua, como en todas las calas del sur, es de ese azul intenso que parece pintado.
Desde Macarella, en apenas unos minutos más de sendero, se llega a Macarelleta, que es más pequeña, sin servicios y con ese punto más salvaje que la hace aún más especial. Incluso con gente, mantiene una calma que cuesta encontrar en otros sitios. Yo me quedé un buen rato allí, bañándome y disfrutando del entorno.
Después de pasar varias horas entre una y otra, volvimos caminando hasta Cala Galdana para seguir la ruta hacia Ciutadella, con esa sensación de haber aprovechado al máximo la mañana.
Ciutadella

Ciutadella tiene el tamaño justo, un casco antiguo muy bonito, ambiente sin agobios y un punto local que me encantó. Se recorre fácilmente a pie y todo está bastante cerca.
Lo primero que hice fue bajar al puerto de Ciutadella, que es pequeño pero con mucho encanto. Hay barcos, terrazas, restaurantes y buenas vistas. Luego subí caminando hasta la Plaza del Born, que es el centro neurálgico del casco antiguo y de ahí, a caminar para encontrarme con el mercado.
Uno de los puntos clave de Ciutadella es la visita a la Catedral de Menorca, de estilo gótico, situada en pleno corazón del casco antiguo. Es bastante sobria por fuera, pero el interior es más luminoso de lo que parece y se puede visitar por libre.
A partir de aquí, lo mejor es seguir caminando por el casco antiguo y disfrutar de sus fachadas antiguas, tiendas pequeñas, patios interiores… Todo es realmente bonito y muy agradable, con un aire bohemio muy especial.
Faro de Punta Nati
Para terminar el día, condujimos unos 15 minutos desde Ciutadella hasta el Faro de Punta Nati, y aquí solo puedo decirte que tienes que ir. Es uno de los faros más bonitos (y aislados) de la isla. La carretera que lleva hasta allí es estrecha y atraviesa un paisaje seco, casi lunar.
Hay una pequeña zona para dejar el coche y luego se camina un poco hasta llegar al faro y a los acantilados. Es un lugar muy abierto, sin barandillas, sin servicios, sin nada. Solo mar y piedra. Pero ver el atardecer desde ahí es una pasada. El sol se pone justo frente al acantilado y el cielo va cambiando de color poco a poco.
Es un sitio muy especial para cerrar el día, sin necesidad de nada más. Personalmente, disfruté muchísimo pintando este faro y dejándonos estar para terminar nuestra segunda jornada en la isla.
Día 3 de 3 días en Menorca
Es el momento de emprender el tercer día de ruta de nuestro viaje de qué ver en Menorca en 3 días. Nos da mucha pena porque será el último pero no por ello vamos a dejar de disfrutarlo al máximo.
Hoy nos centraremos en el corazón de la isla y exploraremos su encantador norte. Este itinerario combina vistas panorámicas, pueblos con encanto, delicias culinarias y playas de ensueño.
Este es el resumen de tu tercer día en Menorca:
- Monte Toro.
- Es Mercadal.
- Fornells.
- Calas del norte.
- Faro de Favàritx.
Monte Toro
Comenzamos la jornada ascendiendo al Monte Toro, la montaña más alta de Menorca con 358 metros de altitud. Está situada en el centro de la isla y nos ofrece unas vistas panorámicas impresionantes que abarcan desde las poblaciones cercanas hasta la bahía de Fornells y, en días despejados, incluso la isla de Mallorca.
En la cima te vas a encontrar un regalazo, el Santuario de la Virgen del Toro, un convento del siglo XVII construido sobre una antigua iglesia gótica. La visita es gratuita y permite contemplar su nave principal y las capillas laterales.
Es Mercadal
Al descender del Monte Toro, vamos a dirigirnos a Es Mercadal, un pintoresco pueblo muy menorquín situado a sus pies. Sus calles estrechas y casas encaladas son perfectas para dar un paseo tranquilo por su casco antiguo. Además, el pueblo es delicioso, literalmente.
Es Mercadal es famoso por su repostería tradicional, por lo que tienes que hacer una parada obligada en la Pastelería Can Pons, reconocida por sus ensaimadas artesanas, que han sido galardonadas como las mejores del mundo en 2020. Además de ensaimadas, ofrecen una variedad de dulces típicos menorquines que deleitarán tu paladar.
En Es Mercadal lo mejor es dejarse llevar sin mapa y pasear pero si quieres apuntar algo concreto, hay varios sitios que merecen la pena: el Centro Artesanal de Menorca, la Iglesia de Sant Martí y el Molí d’es Racó, un molino restaurado que ahora funciona como restaurante.
Si vas en domingo, además, puedes coincidir con el mercadillo semanal y aprovechar para probar embutidos o comprar productos de la zona.
Fornells

Viajamos hacia el norte hasta llegar a Fornells, un encantador pueblo pesquero conocido por su puerto y su gastronomía. Pasear por el puerto es una delicia, sobre todo para las amantes de los puertos como yo. Las barcas de pescadores, las casas blancas y el ambiente marinero crean una estampa inolvidable, pero sobre todo, muy reconfortante.
Además, Fornells es famoso por su caldereta de langosta, un guiso tradicional que, aunque puede ser un capricho por su precio, es una experiencia culinaria que vale la pena. Si prefieres opciones más asequibles, hay otros platos locales igualmente deliciosos en los restaurantes del puerto.
Más allá del paseo marítimo y del buen comer, en Fornells puedes visitar la Iglesia de Sant Antoni Abat, que es pequeñita pero tiene historia, y acercarte hasta la Torre de Fornells, una torre defensiva construida por los británicos que ofrece unas vistas preciosas de toda la bahía.
Fornells no tiene grandes monumentos ni museos, pero sí algo que me gusta aún más: autenticidad.
Playas del norte de Menorca

Después de explorar Fornells, es momento de disfrutar de las playas del norte de Menorca, menos concurridas pero igualmente impresionantes. Puedes ir por tu cuenta o un planazo es reservar este paseo en barco por las calas del norte. Seguro que lo disfrutas mucho.
Te propongo elegir entre una de las siguientes:
- Cala Pregonda. Accesible tras una caminata agradable de unos 30 minutos desde el aparcamiento. Es una cala diferente y destaca por su arena rojiza y aguas cristalinas. El paisaje es único, con formaciones rocosas que emergen del mar, creando un entorno casi surrealista.
- Cala Cavallería. Está situada cerca del Faro de Cavallería y su arena es dorada y sus aguas transparentes lo que la convierte en ideal para relajarse. El acceso es sencillo, con un aparcamiento cercano y una escalera que desciende hasta la playa.
Faro de Favàritx

No se me ocurre mejor forma de terminar el día (y también este viaje) que en un faro. Tengo una conexión especial con ellos y el Faro de Favàritx es uno de los más impactantes de la isla. Para llegar desde Fornells, tendrás que conducir durante aproximadamente media hora.
Se encuentra dentro del Parque Natural de s’Albufera des Grau, rodeado de un paisaje totalmente distinto al que habíamos visto hasta ahora: oscuro, rocoso, casi lunar. El faro es una gran torre blanca y negra que parece, y de hecho lo es, imponente ante el entorno y el mar. Es el mejor vigía que esta bahía puede tener. Elegante, señorial y muy bello.
Por otro lado, es uno de los mejores lugares para ver el atardecer en Menorca. La luz cambia rápido, el cielo se llena de colores y todo se queda en silencio. Si te gustan los faros, entiendes lo que quiero decir. Si no, este puede ser el momento en que empieces a mirarlos de otra forma.
Ten en cuenta que durante la temporada alta, el acceso en vehículo privado no está permitido. Hay que dejar el coche en un parking ubicado a unos 2 km y hacer el resto a pie.
Con esta última parada, cerramos esta ruta de qué ver en Menorca en 3 días. Tres jornadas intensas, bonitas y muy completas, exprimidas al máximo. Hemos pasado por pueblos con alma, calas de agua turquesa, paisajes que parecen de otro planeta y faros que marcan el final del día con calma.
Mapa: Ruta por Menorca en 3 días
En el siguiente mapa hemos señalado las visitas organizadas por días, para que te sea más fácil preparar tu viaje a esta bonita isla balear.
Espero que esta guía te ayude a planificar tu viaje o, al menos, te sirva de excusa para volver a Menorca, como yo ya estoy deseando hacer.